Llevamos días ,viviendo en el interior de nuestras casas , y ahora tenemos tiempo. Tiempo, qué gran tesoro. El tiempo es lo más valioso que tenemos, pasa, se va y no vuelve. Gastamos nuestro tiempo en muchas actividades, trabajo, lectura, deporte, relaciones familiares, amistades….pero, ¿cuánto tiempo empleamos en nosotros mismos? Tiempo para mirarnos, para reconocernos, para darnos cuenta de cuáles son nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, para detectar nuestro propósito, para aceptarnos con nuestras luces y nuestras sombras… Ponemos mil y una excusas para no hacerlo, porque esa mirada no es fácil. Podemos engañar a los otros e incluso hasta autoengañarnos, pero si dirigimos una mirada abierta y sincera a nuestro interior no será posible el engaño. Estos días son un regalo que nos ofrece la vida. ¿Cuándo tendremos mejor ocasión que ésta para mirarnos? ¿Qué excusa nos pondremos ahora? Ante la vida frenética, autómata que llevábamos, nos han dado una gran lección: todo es frágil, nada es permanente, la vida, por naturaleza, es cambiante. Ahora, estamos ante un gran cambio que pone patas arriba nuestro mundo. Podemos lamentarnos, sufrir, buscar culpables, enfadarnos, vaticinar posibles desenlaces, negar la situación, o, en cambio, podemos dejar de luchar y entregarnos. Entregarnos al aquí, aceptar el ahora y tomar la situación como una oportunidad única. Disfrutemos de estos días donde somos ricos en tiempo. Aprovechemos para cuidarnos, parar escuchar nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, para volver a reencontrarnos con nuestros sueños, para conectar con nuestra esencia, en definitiva, vivir en nuestro interior, ahí es donde reside nuestra fortaleza.
miércoles, 25 de marzo de 2020
VIDA EN EL INTERIOR
Llevamos días ,viviendo en el interior de nuestras casas , y ahora tenemos tiempo. Tiempo, qué gran tesoro. El tiempo es lo más valioso que tenemos, pasa, se va y no vuelve. Gastamos nuestro tiempo en muchas actividades, trabajo, lectura, deporte, relaciones familiares, amistades….pero, ¿cuánto tiempo empleamos en nosotros mismos? Tiempo para mirarnos, para reconocernos, para darnos cuenta de cuáles son nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, para detectar nuestro propósito, para aceptarnos con nuestras luces y nuestras sombras… Ponemos mil y una excusas para no hacerlo, porque esa mirada no es fácil. Podemos engañar a los otros e incluso hasta autoengañarnos, pero si dirigimos una mirada abierta y sincera a nuestro interior no será posible el engaño. Estos días son un regalo que nos ofrece la vida. ¿Cuándo tendremos mejor ocasión que ésta para mirarnos? ¿Qué excusa nos pondremos ahora? Ante la vida frenética, autómata que llevábamos, nos han dado una gran lección: todo es frágil, nada es permanente, la vida, por naturaleza, es cambiante. Ahora, estamos ante un gran cambio que pone patas arriba nuestro mundo. Podemos lamentarnos, sufrir, buscar culpables, enfadarnos, vaticinar posibles desenlaces, negar la situación, o, en cambio, podemos dejar de luchar y entregarnos. Entregarnos al aquí, aceptar el ahora y tomar la situación como una oportunidad única. Disfrutemos de estos días donde somos ricos en tiempo. Aprovechemos para cuidarnos, parar escuchar nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, para volver a reencontrarnos con nuestros sueños, para conectar con nuestra esencia, en definitiva, vivir en nuestro interior, ahí es donde reside nuestra fortaleza.
domingo, 8 de marzo de 2020
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