METAS

Podemos definir una meta como un fin al que se dirigen las acciones o deseos de una persona. Así, las metas son el motor que nos impulsa a movernos, de ahí la importancia que tienen en nuestra vida. Si carecemos de ellas, hacia dónde encaminaremos nuestros pasos? La elección de estas metas tienen que estar en concordancia con nuestras capacidades, con nuestros valores y tienen que ser suficientemente motivadoras para impulsarnos a la acción y a la superación de los obstáculos que, seguramente, encontraremos por el camino. Cuáles son tus metas? Hacia dónde te llevan?

 

RUTINAS

 Observo cómo existe una resistencia al cambio en la mayoría de nosotros. Nos adaptamos a unas rutinas, aprendemos una serie de mecanismos que usamos en nuestras relaciones y mantenemos estos hábitos durante años. En ocasiones, nos damos cuenta que hay determinados comportamientos que podríamos cambiar y estos cambios nos aportarían beneficios. Tomamos consciencia e incluso barajamos la posibilidad de adoptar nuevas conductas. En muchos casos, este propósito dura muy poco y cuando tomamos la firme decisión de cambiar nos cuesta mucho esfuerzo. Ante todo ésto,  me pregunto: por qué esa resistencia al cambio? por qué esa necesidad de permanecer en nuestras rutinas? por qué nos aferramos al dolor y no damos el salto? Seguramente no existe una sola respuesta, en este tema se mezclan varias cosas. Por un lado, nos adaptamos y normalizamos casi cualquier situación, por otro lado, el cambio nos produce vértigo. Si durante mucho tiempo nos hemos definido e identificados de una manera y , ahora, caemos en la cuenta de que ya esos adjetivos no nos definen, nos sentimos perdidos , así ha llegado el momento de sentir que somos mucho más que nuestros actos o nuestros pensamientos.

Todo aquello que tiene vida, cambia. No podemos permanecer anclados porque nuestras circunstancias no permanecen, las relaciones cambian y nosotros evolucionamos. Si no nos encontramos satisfechos con nuestra vida, optemos por el cambio, hagamos las cosas de otra manera, concedámonos el derecho a probar cosas distintas, saltemos al vacío. Cualquiera de estas opciones nos puede llevar a una situación más satisfactoria, pero, el permanecer inmóvil, solo conseguirá que nos sintamos un poco menos vivo cada día. Te das permiso para cambiar?

AGRADECER

 

La palabra agradecer está compuesta de tres partículas, "a" ( hacia), gratia ( gracias) y "ecer" ( proceso), así podíamos definirla como el proceso de las gracias hacía algo. La acción de agradecer nos aporta bienestar y hace que vivamos en armonía con nuestro entorno. Cuando agradecemos centramos nuestra atención en todo lo bueno que tenemos en nuestra vida, y, este hecho, es fundamental, ya que en numerosas ocasiones tendemos a focalizar nuestra atención en las dificultades, en la carencia, y esta actitud no nos ayuda a avanzar, sólo nos coloca en el papel de víctimas. Por ello, es muy beneficioso tener un diario donde plasmar las cosas buenas de cada día, los pequeños logros, los objetivos alcanzados, etc...Esta actividad nos aporta otra visión de nuestro día y hace que seamos más consciente de lo que tenemos. Así que a partir de hoy, plantéate dónde estás focalizando tu atención, en lo logrado, o en la carencia? 

VIVIR

  Hace ya un tiempo, tras una crisis personal, decidí VIVIR, es decir, opté por poner consciencia a lo que hacía, por detectar mis miedos, por descubrir mi sistema de creencias y, sobre todo, por plantearme cómo quería que fuera mi vida y que objetivos eran importantes para mi. En definitiva, elegí tener un papel activo y no dejarme arrastrar por las circunstancias. Esta opción supone un trabajo constante que no acaba nunca, sin embargo, se logran grandes satisfacciones. Te invito a que no te conformes con sobrevivir, conecta con tus emociones, éstas son una buena brújula, escucha tu cuerpo y atrévete a soñar y a caminar hacia esos sueños, te aseguro que el trabajo es muy gratificante. Te atreves a VIVIR?