MI MUNDO, TU MUNDO, NUESTRO MUNDO

 Cada persona habita un mundo distinto, aún compartiendo el mismo espacio, las mismas circunstancias y experiencias, cada cual hace una interpretación, y, a partir de ésta, crea su "verdad", "su mundo". Esta interpretación depende de múltiples factores como la educación recibida, las creencias, la experiencia y el carácter de cada individuo. ¿Cuál es la correcta? Todas y ninguna. Hay tantos mundos como personas, algunos son casi idénticos, y otros, totalmente dispares, pero todos, igualmente válidos. No existe una verdad absoluta, un mundo objetivo, por la sencilla razón de que siempre pasará por el filtro de la persona que, como ya hemos dicho, está condicionada por su experiencia. Esta diversidad es muy enriquecedora, porque cada uno aporta matices diferentes. Por todo ello, deberíamos ser cautos a la hora de juzgar como actúa una persona, ya que seguramente, lo hace desde su mundo que no es el tuyo. Tengamos presente ésto, la próxima vez que observemos la conducta de alguien, quizás así, seamos más respetuoso con el prójimo.

BARRERAS

 Muchas veces, a lo largo de nuestra vida, tenemos la sensación de ser prisioneros de nuestras circunstancias, esto nos genera una sensación de impotencia que a su vez nos paraliza. Algunos de nosotros hemos permanecido en esta situación durante un tiempo que ha podido dilatarse años. Normalmente, cuando nos encontramos en este punto, vivimos en un malestar constante que intentamos paliar de distintas maneras. A veces, tomando el papel de víctimas, otras engañándonos, ignorando nuestro malestar o intentando ver las ventajas de nuestra situación. Sin embargo, el malestar suele ir en aumento, a no ser que estemos demasiado desconectados de nosotros mismos, cuando el grado de sufrimiento aumenta, es cuando solemos empezar a movernos. Somos nosotros mismos quienes construimos muros para no avanzar, y sentimos esas barreras como reales, cuando en realidad están creadas por nosotros mismos. Cuando decidimos cambiar nuestra situación y damos el primer paso, comprobamos que podemos seguir avanzando, y poco a poco, las barreras van cayendo, el malestar disminuye y la confianza en nosotros mismos aumenta. Así que, a partir de ahora, puedes probar a cuestionar todas las trabas que vayan apareciendo, encuentra la manera de seguir caminando y que tus pasos que lleven a aquel lugar donde te sientas libre para vivir la vida que deseas.

CONSULTAS INDIVIDUALES PRESENCIALES Y ONLINE(SKYPE)

Estamos viviendo una época de cambios rápidos y a veces, no podemos gestionar bien todas las situaciones nuevas o aparecen pensamientos que nos impiden avanzar. Aunque todas las personas contamos con recursos, en ocasiones, podemos estar tan bloqueados que no los vemos. En estos casos puede ser útil buscar la ayuda de alguien que nos acompañe en nuestro proceso. Ofrezco este servicio de acompañamiento tanto en consulta presencial como vía online (Skype)

¿QUEJA O ACCIÓN?

 Ante cualquier imprevisto que nos surge en nuestra vida, aparece la queja como un resorte automático. Nos quejamos del tiempo, de nuestras circunstancias, de nuestro jefe o de las personas que nos rodean. Todo ésto, sin aceptar previamente la situación que vivimos, como paso previo para pasar a la acción y asumir nuestra responsabilidad. Cuando nos hacemos responsables, tomamos un papel activo en nuestra vida, decidimos y actuamos, por tanto, dejamos de ser agentes pasivos.

La queja tiene sus beneficios, nos permite permanecer en nuestra zona de confort, nos sitúa en el papel de víctima, sintiéndonos así justificados para no pasar a la acción y colocarnos en el rol de niño que espera que sus necesidades sean atendidas. Nos quejamos mucho de la sociedad en la que vivimos, pero no sería mejor hacernos la siguiente pregunta: ¿qué hacemos cada uno de nosotros para cambiarla y vivir en un mundo mejor? Todos podemos aportar, empezando por nuestro entorno más cercano, dando pequeños pasos día a día...Esta actitud supone responsabilidad y esfuerzo, es decir, situarnos en el rol de adulto. Si queremos que nuestro entorno cambie, primero tendremos que cambiar nosotros. La queja no implica cambio, solo la acción nos lo proporciona, así que tu eliges: queja o acción.

ÉPOCA DE CAMBIOS

 Vivimos una época de cambios, llena de situaciones nuevas que nos generan mucha incertidumbre. Todo este contexto nos obliga a modificar nuestros hábitos e ideas que teníamos fuertemente arraigadas. Ante  este panorama, yo me pregunto: ¿por qué nos da miedo el cambio? ¿por qué nos aferramos a nuestras costumbres, nuestro espacio o nuestros pensamientos?. Si sabemos que la vida implica cambios, ¿que sentido tiene esa resistencia a movernos, a mudar pensamientos o creencias? Quizás la respuesta la encontramos cuando lo que nos define son nuestras ideas, nuestra profesión , el lugar donde vivimos o nuestras propiedades. ¿Te describes tú por todo eso?. ¿Has imaginado alguna vez qué pasaría si todo eso desapareciera? ¿Acaso no seguirías siendo el mismo? Tu eres más que la suma de tus pensamientos, circunstancias o propiedades. Eres aquello que subyace debajo de todo lo superfluo, aquello que ocultas trás la máscara, esa esencia que, a veces está tan oculta, que hasta tu mismo olvida. No tengas miedo a los cambios, acéptalos porque así aceptas la vida. Aprovecha estos tiempos revueltos para indagar a dónde te lleva, quizás sea la oportunidad que te conduzca al lugar en el que te descubras y experimentes la maravillosa experiencia de reencontrarte. ¿Te atreves?