LA VIDA

 Desde pequeños nos enseñan que la vida consiste en alcanzar metas, estás metas, muchas veces, están relacionadas en conseguir títulos o bienes materiales, por tanto, cuando no lo logramos nos sentimos fracasados. Olvidamos el camino recorrido, el aprendizaje, las experiencias vividas....Basar nuestro éxito en metas externas me parece muy superficial, es como tener una casa con una fachada maravillosa y que ,por dentro,  esté en ruinas. Empecemos a construir por los cimientos, colocando unos pilares sólidos, y, desde ahí, podemos ir decorándola externamente. No hay mayor fracaso que ser unos desconocidos para nosotros mismos, definirnos por lo que tenemos y no por lo que somos. Si nuestra vida la dedicamos a explorarnos, a convertirnos en expertos en nosotros mismos, no nos sentiremos fracasados por nuestros errores, ya que estos formarán parte de nuestro aprendizaje. Desde esa posición, podremos alcanzar aquellas metas que estén en sintonía con lo que somos, nuestra vida será más coherente y nuestra base más sólida para afrontar los retos de la vida. La vida son las experiencias vividas, por tanto, no existe el fracaso